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miércoles, 22 de febrero de 2012

The Artist:_ Dos destinos entrelazados

                                                        “THE ARTIST”.

                         DOS DESTINOS ENTRELAZADOS.

                                       

Título original: The Artist.

País y año: Francia, 2011.

Dirección: Michel Hazanovicius.

Guión: Michel Hazanovicius.

Reparto: Jean Dujardin, Bérénice Bejo, John Goodman, James Cromwell, Penelope Ann Miller, Missi Pyle, Malcom McDowell.

Música: Ludovic Bource.

Fotografía: Guillaume Schiffman.



Iniciaré el comentario de esta película, cuya historia se desarrolla en el período comprendido entre los años 1927-1932, con el calificativo de sobresaliente trabajo realizado con las herramientas universales: las emociones y las sensaciones además de unos actores que fascinan con su propia fascinación, por los personajes maravillosos que interpretan. Para mí, en esencia, representa el mito de Pigmalión.

En la mitología griega, la leyenda de Pigmalión y Galatea está asociada a la isla de Chipre. Fue contada por Ovidio en su “Metamorfosis”.



La Historia.

Pigmalión fue un rey de Chipre que buscó durante muchísimo tiempo una mujer con la que casarse, pero con una condición: debía ser la mujer perfecta. Frustrado en su búsqueda decidió no casarse y dedicar su tiempo a crear esculturas preciosas para compensarse. Una de ellas, Galatea, era tan bonita que Pigmalión se enamoró de ella. Mediante la intervención de Afrodita, Pigmalión soñó que Galatea cobraba vida. En las “Metamorfosis” de Ovidio se relata así: “Pigmalión se dirigió a la estatua y al tocarla le pareció que estaba caliente, que el marfil se ablandaba y que, deponiendo su dureza, cedía a los dedos suavemente, como la cera del Monte Himeto se ablanda a los rayos del sol y se deja manejar con los dedos, tomando varias figuras y haciéndose más dócil y blando con el manejo. Al verlo, Pigmalión se llenó de gozo mezclado con temor, creyendo que se engañaba. Volvió a tocar la estatua otra vez y se cercioró que era un cuerpo flexible y que las venas daban su pulsación al explorarlas con los dedos. Al despertar, Pigmalión se encontró con Afrodita, quien conmovida por el deseo del rey le dijo: “mereces la felicidad, una felicidad que tú mismo has plasmado. Aquí tienes la reina que has buscado, defiéndela del mal”. Y así fue como Galatea se convirtió en humana. Esta historia mitológica da pie a lo que se denomina “el efecto Pigmalión”. Este efecto supone que la expectativa sobre el sí-mismo proyectada en el objeto, es tan perfecta, que el sujeto se enamora de ella.

Si se analiza la película, en primer lugar, desde un punto de vista artístico, iniciaría el comentario diciendo que ¡no hay palabras! (es inefable) para describir la belleza de contenidos, de interpretación, de exaltación del amor más sublime (auténtico), de belleza, de música de fondo, presente casi toda la película con un ritmo siempre igual, en ningún momento altisonante; el vaso es lo único que transgrede la ley del silencio, y es ello, dicha transgresión, lo que tanto desagrada al protagonista: el RUIDO. No hay, por tanto, sonidos en este film, fuera de esta música que acompaña los estados de ánimo. No hacen falta, las palabras sobran, se dice todo con el gesto, la mirada y sobre todo la SONRISA, sonrisa que penetra en el alma del espectador y lo conmueve, de alegría, de esperanza, le llena de VIDA, es una sonrisa duradera que forja un ánimo gozoso y que conduce a pensar que lo bueno, bello y sublime existe, no es simplemente un Ideal, al que, en el fondo, todos los seres humanos aspiran: la FELICIDAD.

Esta joya cinematográfica está instalada en una paradoja: cine mudo sobre los inicios del sonoro. Y es en este enclave en el que igualmente queda instalada la trayectoria de los personajes en un movimiento sincrónico según los tiempos.

El personaje masculino, Valentin (que recuerda al mítico Rodolfo Valentino) que en el cine mudo es un triunfador, al que la fama, la gloria y el reconocimiento le sonríen y ha llegado a la CIMA, queda estacionado al oponerse al cambio que supone la llegada del cine sonoro, negándose a hablar. Esta resistencia le hunde y le sumerge en los infiernos del OLVIDO. Curiosamente, esta crisis personal es simultánea al crack mundial de la bolsa del año 29.

Sincrónicamente, la protagonista Peppy Miller (Galatea) de quien él su creador y mentor (Pigmalión), acepta entrar en el cine sonoro, alcanzando el éxito, convirtiéndose en la actriz de moda y eclipsando a su mentor. Pero no olvida que se lo debe todo a él y se convierte en su Ángel de la Guarda.

Ambos son buenas personas. No hay maldad alguna. Pero hay una diferencia. Ella se dejó ayudar. A él el orgullo mal entendido se lo impide. No quiere compasión.

Los sentimientos internos de los personajes se mueven entre el Amor-Orgullo, Simpatía-Tragedia. Quienes aman y quieren se resisten a su necesidad de  ser amados, al considerarlo una debilidad. Más adelante, amplio estos conceptos.



Lo que desprenden en sus actitudes: él; frescura, elegancia, energía positiva, bondad, es un personaje carismático. Ella también desprende belleza y bondad, pero sobre todo simpatía. Pero, ¿cuál es el instrumento central a través del que se nos transmiten estos sentimientos y sensaciones? Sin lugar a dudas, a través de la SONRISA. De ahí la importancia que el director ha dado a la boca de sus protagonistas. Son bocas que lo dicen todo sin decir nada. Este punto es uno de los grandes méritos que contiene la película.

La caída, la ruina, el fracaso del protagonista se va acentuando con el transcurso del tiempo. Simultáneamente, la subida y triunfo de ella es ascendente también con el tiempo.

Es entonces, cuando Valentin tiene que ir desprendiéndose de todos sus objetos de valor para poder sobrevivir. Pero, de forma simultánea, ella los va adquiriendo en el anonimato.

Él, al descubrirlo, no puede soportar que ella sea su Salvadora. Lo vive como una humillación que le conduce hasta la idea de suicidio.

El vínculo.

Aquí está lo trascendente: la permanencia del vínculo. En él, a través de la cinta a la que se aferra en el incendio y de la que no se desprende. En ella, a través del lunar que es su seña de identidad, dada por él, con el cual, se hará diferente, y a través de ello, alcanzará el éxito.

Los títulos de las películas de las que será protagonista, también son sugerentes y nos invitan a pensar: “White Spots”, “Lunar” y “El Ángel guardián”. Esto es lo que ha quedado interiorizado y por lo que se convertirá en “su ángel guardián”.

La permanencia del vínculo es igualmente patente en él, a través de su aferramiento a las escenas de la  película en la que ambos bailan juntos, e igualmente, en el guión y título de la que confecciona: " Tears of love "

Nos preguntamos ahora: ¿por qué no puede tolerar la ayuda de Peppy?. Sin lugar a dudas, por orgullo, que para él significa aprovecharse de ella, ser un chulo.

Volveré más adelante a retomar este punto, dado que hay una escena que no se puede dejar de mencionar, por la sutileza intelectual que conlleva. La llamaré El significado de la sombra que se va.

Cuando no puede dejar ya de ser su FRACASO, al no tener ningún éxito su película (en la sala hay muy pocas personas, entre ellas, Peppy, que llora al comprender el significado que tan escaso número de público significa) se la proyecta a sí mismo en su casa, y en el juego de luz-oscuridad, aparece su sombra. Curiosamente, ni la sombra se queda con él, también le abandona, se va... él la increpa: “vuelve fracasado”, reconociéndose como tal y quizás, también reconociendo que su orgullo lo ha hundido. Igualmente, este hundimiento lo refleja en su película en la escena en la que se hunde en las arenas movedizas, al tiempo que dice a la protagonista: “no te quiero”. Es esta negativa a aceptar su necesidad de ella (Peppy), también por su orgullo, lo que le hunde y conduce a la idea de suicidio. Ya no le queda NADA. Lo ha perdido TODO. Y, esencialmente, la ha perdido a ella. Sólo cuando ve que Peppy acude presurosa a salvarle, jugándose su propia vida (no sabe conducir pero, ante la ausencia del chófer, conduce ella hasta la casa de Valentin, acabando empotrada en un árbol. No le importa, consiguió su objetivo: llegar) ve que no ha fracasado: NO LA HA PERDIDO.

Ella, a su vez, se da cuenta de que él la quiere, cuando acude rauda al hospital, tras el incendio, y los médicos le dicen que no podían desengancharle de la cinta de cine en la que están bailando juntos.   

Y es aquí donde la película da un giro magistral con la propuesta de Peppy de que la siga; deben triunfar los dos pero sin que ninguno tenga que renunciar a su modo de expresión (sin palabras-con palabras) sin que, por lo tanto, ninguno triunfe sobre el otro. Encuentran entonces una vía intermedia de expresión: el BAILE y es a través de éste que logran alcanzar el ÉXITO los dos: el número de claqué final es memorable, soberbio y recuerda los movimientos sincrónicos de Fred Astaire y Ginger Rogers.

El vínculo se ha ido acentuando e intensificando con el transcurso del tiempo y se ha convertido en auténtico AMOR.

El éxito, por tanto, es común. El público que acude al ensayo y el propio director, les piden si lo pueden repetir. Se abrazan y, en extremo alegres, siguen bailando.

Si se pasa, por último, a comentar la película en sí, hay que referirse a las actuaciones magistrales de los personajes centrales, así como la de los secundarios, empezando por el perro y siguiendo por el mayordomo, logrando todos la expresividad máxima de sentimientos positivos: Fidelidad, Reconocimiento, Agradecimiento y Amor.

Es por todo ello que puede ser considerada una obra maestra a la que el tiempo otorgará su verdadero VALOR.

Ingeniosa, inteligente, divertida, emocionante, romántica, espectacular. Hace entender el cine MUDO y amar el cine.

Pienso que “The Artistpasará a la Historia del cine como una auténtica joya cinematográfica. Es un homenaje a los corazones limpios, a los valores humanos.

Brillante. Una miniatura de orfebre que te deslumbra y no puedes dejar de mirar.


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